Tiefenbrunner

Nuestras raíces se hunden en la historia. La finca "Linticlar" se menciona por primera vez en registros oficiales que datan de 1225 d.C. Hallazgos de la Edad de Piedra y de Bronce, descubiertos cerca de las ruinas del castillo, atestiguan la presencia de asentamientos ya en tiempos prehistóricos. En 1848, el Turmhof se inscribió en el registro mercantil como finca vinícola, lo que la convierte en una de las fincas más antiguas de todo el Tirol del Sur. Antes del final de la Segunda Guerra Mundial, Herbert Tiefenbrunner (1928-2015) se inició en el arte de maestro bodeguero a la temprana edad de 15 años. En 1968, su esposa Hilde inauguró el mesón. En 2000, nos tocó a nosotros comprometernos a continuar con la cultura y la tradición vitivinícola de nuestra familia.

Nuestras raíces se hunden en la historia. La finca "Linticlar" se menciona por primera vez en registros oficiales que datan de 1225 d.C. Hallazgos de la Edad de Piedra y de Bronce, descubiertos cerca de las ruinas del castillo, atestiguan la presencia de asentamientos ya en tiempos prehistóricos. En 1848, el Turmhof se inscribió en el registro mercantil como finca vinícola, lo que la convierte en una de las fincas más antiguas de todo el Tirol del Sur. Antes del final de la Segunda Guerra Mundial, Herbert Tiefenbrunner (1928-2015) se inició en el arte de maestro bodeguero a la temprana edad de 15 años. En 1968, su esposa Hilde inauguró el mesón. En 2000, nos tocó a nosotros comprometernos a continuar con la cultura y la tradición vitivinícola de nuestra familia.

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