Ettore Germano

La familia Germano posee desde 1856 6 hectáreas en la colina Cerretta de Serralunga d'Alba, en el corazón de la zona de Barolo. El bisabuelo Francesco, entonces con su abuelo Alberto, cultivaba el viñedo, produciendo pequeñas cantidades de vino, pero sobre todo vendiendo uva, el mercado predominante en la zona en aquella época. Ettore, hijo de Alberto, continuó el trabajo de su padre, convirtiéndose también en un hábil viticultor, y comenzó a reestructurar los viñedos a partir de los años 50, utilizando selecciones masivas cuidadas personalmente, con una densidad de no menos de 4000 plantas por hectárea, con las variedades locales clásicas, Dolcetto, Barbera y Nebbiolo. En 1964 se casó con Rosanna, y juntos siguieron trabajando los viñedos, adquiriendo algunas parcelas limítrofes de la propiedad. En 1985, Sergio, el hijo de Ettore y Rosanna, tras terminar la escuela de enología en Alba, comenzó a trabajar con la familia y, a partir de los pocos hectolitros vendidos a clientes particulares y amigos, empezaron a producir algunas botellas, continuando con la venta de parte de la uva. En esta época se compran otras pequeñas parcelas y Sergio realiza la primera plantación de Chardonnay. En 1993 se vinifica toda la uva producida. En 1995, Sergio tiene la oportunidad de plantar un viñedo en Alta Langa, en Cigliè, donde cree que las variedades de uva blanca pueden dar resultados interesantes; el experimento se hace con Riesling Renano, y de nuevo Chardonnay. En 2001, con el nacimiento de la nueva DOC Alta Langa, vino espumoso de método clásico, se planta una hectárea de Pinot Nero apta para la producción de vino espumoso, con un poco de Chardonnay. En 2002, se adquirió un antiguo viñedo propiedad de su bisabuelo materno, en Lazzarito, uno de los viñedos históricos de Serralunga. En 2005, se adquirió un viñedo, colindante con las antiguas parcelas de Cerretta, de aproximadamente una hectárea. Ahora la finca consta de 10 hectáreas de viñedos en Serralunga, donde sólo se cultivan variedades de uva tinta, y 5 hectáreas en Cigliè, donde se cultivan variedades dedicadas exclusivamente a la producción de vinos blancos. La gestión está hoy en manos de Sergio y su esposa Elena, que se ocupan del cultivo de los viñedos, la vinificación y la comercialización, manteniendo intacta la tradición heredada de la familia.

La familia Germano posee desde 1856 6 hectáreas en la colina Cerretta de Serralunga d'Alba, en el corazón de la zona de Barolo. El bisabuelo Francesco, entonces con su abuelo Alberto, cultivaba el viñedo, produciendo pequeñas cantidades de vino, pero sobre todo vendiendo uva, el mercado predominante en la zona en aquella época. Ettore, hijo de Alberto, continuó el trabajo de su padre, convirtiéndose también en un hábil viticultor, y comenzó a reestructurar los viñedos a partir de los años 50, utilizando selecciones masivas cuidadas personalmente, con una densidad de no menos de 4000 plantas por hectárea, con las variedades locales clásicas, Dolcetto, Barbera y Nebbiolo. En 1964 se casó con Rosanna, y juntos siguieron trabajando los viñedos, adquiriendo algunas parcelas limítrofes de la propiedad. En 1985, Sergio, el hijo de Ettore y Rosanna, tras terminar la escuela de enología en Alba, comenzó a trabajar con la familia y, a partir de los pocos hectolitros vendidos a clientes particulares y amigos, empezaron a producir algunas botellas, continuando con la venta de parte de la uva. En esta época se compran otras pequeñas parcelas y Sergio realiza la primera plantación de Chardonnay. En 1993 se vinifica toda la uva producida. En 1995, Sergio tiene la oportunidad de plantar un viñedo en Alta Langa, en Cigliè, donde cree que las variedades de uva blanca pueden dar resultados interesantes; el experimento se hace con Riesling Renano, y de nuevo Chardonnay. En 2001, con el nacimiento de la nueva DOC Alta Langa, vino espumoso de método clásico, se planta una hectárea de Pinot Nero apta para la producción de vino espumoso, con un poco de Chardonnay. En 2002, se adquirió un antiguo viñedo propiedad de su bisabuelo materno, en Lazzarito, uno de los viñedos históricos de Serralunga. En 2005, se adquirió un viñedo, colindante con las antiguas parcelas de Cerretta, de aproximadamente una hectárea. Ahora la finca consta de 10 hectáreas de viñedos en Serralunga, donde sólo se cultivan variedades de uva tinta, y 5 hectáreas en Cigliè, donde se cultivan variedades dedicadas exclusivamente a la producción de vinos blancos. La gestión está hoy en manos de Sergio y su esposa Elena, que se ocupan del cultivo de los viñedos, la vinificación y la comercialización, manteniendo intacta la tradición heredada de la familia.

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