Brezza

La Azienda Agricola Brezza, propietaria de viñedos en Barolo desde 1885, está situada a pocos pasos del centro de la pequeña comuna de Barolo, inmersa en los viñedos, al igual que el restaurante y el hotel adyacentes, también propiedad de la familia. La finca ocupa una superficie de 22 hectáreas, de las cuales seis y media son viñedos, y los vinos son todos DOCG Denominazione di Origine Controllata e Garantita o DOC Denominazione di Origine Controllata. La Azienda Agricola Brezza, propietaria de viñedos en Barolo desde 1885, tomó su nombre de Giacomo Brezza quien, junto con su padre Antonio, fue el primero en embotellar vino hacia 1910. Situada a pocos pasos del centro de la pequeña ciudad de Barolo, está rodeada de viñedos, al igual que el Restaurante y Hotel adyacentes, que también pertenecen a la familia. En la actualidad, la finca se gestiona mediante agricultura ecológica certificada desde la cuarta generación. Como defensores de la tradición, estamos convencidos de que hoy en día la mejor manera de respetar su espíritu es no cerrar a priori la puerta a la innovación, sobre todo si ésta nos permite proteger y realzar mejor la tipicidad de los vinos de Langa, las características de las uvas y los diferentes terruños de origen. La filosofía de la empresa es producir vinos monovarietales cuidando al máximo el viñedo con podas adecuadas y aclareos cuidadosos. Practicamos el uso de abonos verdes y compostaje que mejoran la vitalidad del suelo y utilizamos maquinaria ligera que reduce la compactación y el consumo de combustible. Este meticuloso cuidado de las viñas, con una poda adecuada, las ha mantenido en tan buen estado sanitario que algunas cepas han alcanzado la venerable edad de 70 años. Con la vendimia manual, realizada con sumo cuidado, procuramos recoger las uvas en su justo grado de madurez. En ellas se encuentra toda la armonía y el equilibrio de un gran vino. En la bodega, intentamos acompañar esta calidad hasta la botella. Trabajamos con mano ligera, control de la temperatura y fermentación espontánea. La crianza de los vinos que lo requieren es tradicional, en grandes barricas de roble de Eslavonia, con las duelas dobladas pero sin tostar. Los vinos criados en madera no se filtran ni se clarifican. Hace diez años decidimos utilizar para el cierre de una cantidad importante de nuestras botellas un innovador tapón de vidrio que proporciona, en nuestra opinión, mayores garantías respetando las características típicas de nuestros vinos.