Villa S. Andrea

La finca Villa S. Andrea está situada en el corazón de la Toscana, entre las provincias de Florencia y Siena. Se extiende sobre más de 600 hectáreas en la zona del Chianti Classico, dentro del antiguo Borgo di Fabbrica, donde también se encuentran la Iglesia y la Villa Padronale de la que toma su nombre. Las laderas que rodean la Villa, unas 50 hectáreas, todas con una exposición óptima y a una altitud de 250 metros sobre el nivel del mar, se han destinado a viñedos principalmente para la producción de Chianti Classico DOCG. Además de Sangiovese, hay variedades internacionales como Merlot, Cabernet Sauvignon y Syrah. Las prácticas de cultivo y enológicas aplicadas son las más modernas, pero respetan las prácticas tradicionales de las bodegas. Siguiendo los contornos del terreno, se pueden ver los demás edificios y las antiguas bodegas, enteramente excavadas en la ladera y dispuestas en hileras paralelas. Aquí el vino, en silenciosa oscuridad, se suaviza en las grandes barricas y pequeñas barricas de roble. Recientemente, los viñedos se han renovado según nuevos criterios de calidad, con el uso de clones seleccionados, mayores densidades de plantación y menor producción por planta, favoreciendo la calidad del resultado. La viticultura está flanqueada por una actividad agrícola centrada principalmente en el cultivo del olivo; los valles y las extensiones llanas se cultivan en cambio con tierras de labor, en parte regadas desde los dos grandes lagos de la propiedad. La villa, hoy centro neurálgico de toda la aldea, domina completamente el entorno.

La finca Villa S. Andrea está situada en el corazón de la Toscana, entre las provincias de Florencia y Siena. Se extiende sobre más de 600 hectáreas en la zona del Chianti Classico, dentro del antiguo Borgo di Fabbrica, donde también se encuentran la Iglesia y la Villa Padronale de la que toma su nombre. Las laderas que rodean la Villa, unas 50 hectáreas, todas con una exposición óptima y a una altitud de 250 metros sobre el nivel del mar, se han destinado a viñedos principalmente para la producción de Chianti Classico DOCG. Además de Sangiovese, hay variedades internacionales como Merlot, Cabernet Sauvignon y Syrah. Las prácticas de cultivo y enológicas aplicadas son las más modernas, pero respetan las prácticas tradicionales de las bodegas. Siguiendo los contornos del terreno, se pueden ver los demás edificios y las antiguas bodegas, enteramente excavadas en la ladera y dispuestas en hileras paralelas. Aquí el vino, en silenciosa oscuridad, se suaviza en las grandes barricas y pequeñas barricas de roble. Recientemente, los viñedos se han renovado según nuevos criterios de calidad, con el uso de clones seleccionados, mayores densidades de plantación y menor producción por planta, favoreciendo la calidad del resultado. La viticultura está flanqueada por una actividad agrícola centrada principalmente en el cultivo del olivo; los valles y las extensiones llanas se cultivan en cambio con tierras de labor, en parte regadas desde los dos grandes lagos de la propiedad. La villa, hoy centro neurálgico de toda la aldea, domina completamente el entorno.

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