Matteo Correggia

En la actualidad, la bodega Matteo Correggia elabora una amplia gama de vinos con uvas procedentes de 20 hectáreas de viñedos gestionados directamente. Partiendo de lo fundamental, las vides de dimbolo de su tierra, Matteo alcanzó la cima absoluta en la producción de Nebbiolo d'Alba y Barbera d'Alba antes de animar el éxito de Roero y Roero Arneis. Naturalmente, los vinos son hijos de los suelos donde arraigan las vides: suelos arenosos, pobres en arcilla y limo, muy sueltos y, por tanto, extremadamente aptos para producir bouquets ricos y refinados. Todos los vinos de la finca son fruto de la práctica directa, sin lugar para modas y doctrinas, perseverando cuando los resultados eran más exitosos, pero siempre sin dejar de atreverse, de pensar que podían hacerlo mejor.

La vinificación se realiza en depósitos de acero inoxidable a temperatura controlada, mientras que la crianza tiene lugar en los amplios espacios bajo la colina de donde procede Marun, en contacto con las margas milenarias ricas en fósiles, que proporcionan la humedad y la tranquilidad necesarias para coronar el trabajo en el viñedo y en la bodega. La madera y las barricas se seleccionan en función de los vinos que van a albergar, con una rotación progresiva, fruto de una práctica de veinte años destinada a evitar los impactos olfativos marcados por la madera. El embotellado tiene lugar en las instalaciones de la bodega, a las que se anexa un gran almacén subterráneo para el almacenamiento. Aquí también se visten las botellas con sus etiquetas que, fieles a la tradición, reproducen las suaves laderas de viñedos pintadas por Coco Cano, besadas por el cálido sol de Roero.

En la actualidad, la bodega Matteo Correggia elabora una amplia gama de vinos con uvas procedentes de 20 hectáreas de viñedos gestionados directamente. Partiendo de lo fundamental, las vides de dimbolo de su tierra, Matteo alcanzó la cima absoluta en la producción de Nebbiolo d'Alba y Barbera d'Alba antes de animar el éxito de Roero y Roero Arneis. Naturalmente, los vinos son hijos de los suelos donde arraigan las vides: suelos arenosos, pobres en arcilla y limo, muy sueltos y, por tanto, extremadamente aptos para producir bouquets ricos y refinados. Todos los vinos de la finca son fruto de la práctica directa, sin lugar para modas y doctrinas, perseverando cuando los resultados eran más exitosos, pero siempre sin dejar de atreverse, de pensar que podían hacerlo mejor.

La vinificación se realiza en depósitos de acero inoxidable a temperatura controlada, mientras que la crianza tiene lugar en los amplios espacios bajo la colina de donde procede Marun, en contacto con las margas milenarias ricas en fósiles, que proporcionan la humedad y la tranquilidad necesarias para coronar el trabajo en el viñedo y en la bodega. La madera y las barricas se seleccionan en función de los vinos que van a albergar, con una rotación progresiva, fruto de una práctica de veinte años destinada a evitar los impactos olfativos marcados por la madera. El embotellado tiene lugar en las instalaciones de la bodega, a las que se anexa un gran almacén subterráneo para el almacenamiento. Aquí también se visten las botellas con sus etiquetas que, fieles a la tradición, reproducen las suaves laderas de viñedos pintadas por Coco Cano, besadas por el cálido sol de Roero.

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