Han pasado más de veinte años desde la fundación de Baglio di Pianetto: se cuentan con las cosechas, con el vino, con la madurez productiva alcanzada en el viñedo y cuyo objetivo es -siempre- una producción vitivinícola de alto calibre, donde existe y se alcanza un equilibrio entre tradición e innovación. Esta particular armonía pasa inevitablemente por el respeto a la integridad de unas materias primas excelentes, en un marco paralelo de optimización de los recursos naturales que esos territorios -distintos y opuestos- expresan con carácter. Un proceso en nombre de la vanguardia tecnológica que, sin embargo, no olvida cómo el vino nace y se desarrolla en el viñedo, no en la bodega. Es la conciencia de su propia historia lo que mantiene el vínculo de Baglio di Pianetto con sus territorios de elección, la campiña de Palermo y el Val di Noto, auténtica expresión de dos terruños opuestos que, sin embargo, son funcionales a un diseño de calidad, porque son precisamente complementarios. La producción ecosostenible de Baglio di Pianetto, confirmada y reforzada por la conversión a la agricultura biológica de toda la finca agrícola (unas 160 ha), es también expresión de la atención prestada a las exigencias de los aficionados que quieren saber lo que compran y beben. Una atención al consumidor cada vez más variada y extendida por todo el mundo. De hecho, el 50% de las botellas producidas por Baglio di Pianetto se exportan fuera de Italia: Estados Unidos, Japón, Alemania, Bélgica, Suiza, Rusia, Francia, Noruega, República Checa, Canadá y otros países en vías de consolidación son, en este sentido, los principales mercados.
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