Desde 2004, la 5ª generación dirige la bodega. Los últimos 10 años se han dedicado a varios factores clave: la transmisión de las competencias, la calidad del trabajo y la continuidad del estilo de la Casa. Respetamos nuestra tierra y nuestros viñedos. Queremos transmitir las tradiciones inalteradas a las generaciones futuras. Prestamos atención a cada detalle de nuestro trabajo para sobresalir en términos de precisión, tradición y respeto por la vida a la hora de servir nuestros vinos. Cada acción está debidamente meditada. Naturalmente, nuestras tierras se aran y tenemos que vigilar las malas hierbas para limitar las enfermedades. Evitamos los herbicidas, los insecticidas y los antiácaros. Todo empieza por el suelo. La fertilización es orgánica. Como resultado, la bodega de Bereche tiene uno de los índices de frecuencia de tratamientos más bajos de la región de Champaña. También se encuentra entre las primeras en obtener la certificación de alta calidad medioambiental (nivel 3).
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