Pio Cesare

Pio Cesare fue fundada en 1881 cuando Pio Cesare, Cesare de nombre y Pio de apellido, un empresario de éxito, se sintió atraído por la idea de producir para sí mismo, su familia, amigos y clientes una pequeña y selecta cantidad de vinos de las colinas de Barolo y Barbaresco. Año tras año, Pio Cesare puso en marcha un auténtico negocio, combinando su pasión por el vino con una atención constante a la calidad y el estilo de sus caldos. Su decidida inventiva, como atestigua la copia auténtica de su pasaporte nº 55, uno de los primeros que se expidieron en Italia, le llevó a viajar por Europa a principios del siglo XX para difundir y promocionar los vinos Pio Cesare. Su hijo Giuseppe Pio, la segunda generación, se encontró con una bodega que se había puesto en marcha a principios del siglo XX. Continuó la actividad de su padre, dando un mayor desarrollo a la empresa con inversiones adecuadas en la bodega y una iniciativa decisiva a nivel comercial, haciendo de Pio Cesare una marca de referencia para los vinos de Alba. Rosy, la única hija de Giuseppe, se casó en 1940 con Giuseppe Boffa, un joven y exitoso ingeniero de Alba, gerente de una gran empresa de Milán. El ingeniero Boffa -son los años de la Segunda Guerra Mundial- pronto decide abandonar Milán y su profesión para dedicarse a la Pio Cesare con gran pasión y determinación. La marca Pio Cesare crece en fama y notoriedad en el mercado nacional e internacional y se consolida de forma convincente y definitiva, gracias sobre todo al Barolo, como uno de los grandes nombres del vino italiano, convirtiéndose en uno de sus intérpretes más autorizados y apreciados en Italia y en el mundo. Rosy y Giuseppe dan el nombre de Pio al último de sus hijos, recordando así el apellido de su bisabuelo, y es él hoy, la cuarta generación, quien guía y dirige la empresa. Pio quiso que estuvieran a su lado su primo Augusto, su sobrino Cesare, hijo de su hermana Federica, y su hija Federica Rosy. Al igual que hizo Pio Cesare al principio de nuestra historia, ahora viajamos asiduamente a más de 50 países de todo el mundo con el objetivo de afirmar y conseguir que nuestro nombre sea reconocido por los amantes del vino, los restaurantes y las vinotecas.

Pio Cesare fue fundada en 1881 cuando Pio Cesare, Cesare de nombre y Pio de apellido, un empresario de éxito, se sintió atraído por la idea de producir para sí mismo, su familia, amigos y clientes una pequeña y selecta cantidad de vinos de las colinas de Barolo y Barbaresco. Año tras año, Pio Cesare puso en marcha un auténtico negocio, combinando su pasión por el vino con una atención constante a la calidad y el estilo de sus caldos. Su decidida inventiva, como atestigua la copia auténtica de su pasaporte nº 55, uno de los primeros que se expidieron en Italia, le llevó a viajar por Europa a principios del siglo XX para difundir y promocionar los vinos Pio Cesare. Su hijo Giuseppe Pio, la segunda generación, se encontró con una bodega que se había puesto en marcha a principios del siglo XX. Continuó la actividad de su padre, dando un mayor desarrollo a la empresa con inversiones adecuadas en la bodega y una iniciativa decisiva a nivel comercial, haciendo de Pio Cesare una marca de referencia para los vinos de Alba. Rosy, la única hija de Giuseppe, se casó en 1940 con Giuseppe Boffa, un joven y exitoso ingeniero de Alba, gerente de una gran empresa de Milán. El ingeniero Boffa -son los años de la Segunda Guerra Mundial- pronto decide abandonar Milán y su profesión para dedicarse a la Pio Cesare con gran pasión y determinación. La marca Pio Cesare crece en fama y notoriedad en el mercado nacional e internacional y se consolida de forma convincente y definitiva, gracias sobre todo al Barolo, como uno de los grandes nombres del vino italiano, convirtiéndose en uno de sus intérpretes más autorizados y apreciados en Italia y en el mundo. Rosy y Giuseppe dan el nombre de Pio al último de sus hijos, recordando así el apellido de su bisabuelo, y es él hoy, la cuarta generación, quien guía y dirige la empresa. Pio quiso que estuvieran a su lado su primo Augusto, su sobrino Cesare, hijo de su hermana Federica, y su hija Federica Rosy. Al igual que hizo Pio Cesare al principio de nuestra historia, ahora viajamos asiduamente a más de 50 países de todo el mundo con el objetivo de afirmar y conseguir que nuestro nombre sea reconocido por los amantes del vino, los restaurantes y las vinotecas.

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