Marramiero

Cultivamos viñas desde principios del siglo pasado y producimos vinos que se reconocen ante todo por las etiquetas en las que destaca el vigoroso signo del sello del fundador. Una D y una M se entrelazan en una raíz, nudosa y obstinada, decidida a no despegarse del suelo en el que ha crecido. Una marca, la nuestra, que representa vinos que aspiran a superarse continuamente. Conocemos cada planta y la seguimos a diario a lo largo de su ciclo vital con gestos transmitidos de generación en generación que se integran con innovadores estudios de viticultura, experimentación y formación continua. El carácter de nuestros vinos, delineado por una fuerte impronta territorial, se forma en un camino específico para cada viñedo y cada vino, que comienza en la planta y continúa en la bodega.