Tenuta di Sesta

De origen claramente romano, la palabra "Sesta" deriva de una "sexta" piedra miliar cerca de la cual se erigía la Pieve di S. Maria in Sexta al borde de una antigua calzada que unía Roselle con Chiusi, vía de comunicación fundamental ya en época etrusca; prueba de ello son los numerosos hallazgos arqueológicos encontrados a lo largo de esta ruta. La "Carta Aretina" ya incluye la Pieve di Sesta entre las parroquias de la diócesis de Chiusi en el año 714, objeto de disputa entre los obispos de Arezzo y Siena en los siglos siguientes. No se sabe cuánto tiempo duró la actividad de esta Pieve, pero es verosímil que decayera bastante pronto tras el surgimiento en el cercano valle de Starcia, hacia finales del siglo VIII, de la abadía de Sant'Antimo y su rápida expansión; ciertamente, todo el territorio de Sesta también pasó a ser propiedad de la abadía en esa época.

El señorío de Sesta se formó tras la expansión de la República de Siena y la decadencia y posterior supresión de la abadía de Sant'Antimo en 1462 por el papa Pío II (el sienés Enea Silvio Piccolomini). Durante el periodo de expansionismo sienés, Sesta pasó a ser posesión de la noble familia Tolomei, que hizo construir aquí una capilla en honor de Santa Catalina de Siena. En 1850, la propiedad pasó a manos de los hermanos Felice y Giovanni Ciacci, de Castelnuovo dell'Abate. Las primeras botellas de Brunello de la Tenuta di Sesta fueron producidas en 1966, por Giuseppe Ciacci, padre del actual propietario Giovanni; en aquella época sólo había 12 embotelladores y es por ello que la Tenuta di Sesta se considera una de las fincas históricas del distrito de Ilcinese.

De origen claramente romano, la palabra "Sesta" deriva de una "sexta" piedra miliar cerca de la cual se erigía la Pieve di S. Maria in Sexta al borde de una antigua calzada que unía Roselle con Chiusi, vía de comunicación fundamental ya en época etrusca; prueba de ello son los numerosos hallazgos arqueológicos encontrados a lo largo de esta ruta. La "Carta Aretina" ya incluye la Pieve di Sesta entre las parroquias de la diócesis de Chiusi en el año 714, objeto de disputa entre los obispos de Arezzo y Siena en los siglos siguientes. No se sabe cuánto tiempo duró la actividad de esta Pieve, pero es verosímil que decayera bastante pronto tras el surgimiento en el cercano valle de Starcia, hacia finales del siglo VIII, de la abadía de Sant'Antimo y su rápida expansión; ciertamente, todo el territorio de Sesta también pasó a ser propiedad de la abadía en esa época.

El señorío de Sesta se formó tras la expansión de la República de Siena y la decadencia y posterior supresión de la abadía de Sant'Antimo en 1462 por el papa Pío II (el sienés Enea Silvio Piccolomini). Durante el periodo de expansionismo sienés, Sesta pasó a ser posesión de la noble familia Tolomei, que hizo construir aquí una capilla en honor de Santa Catalina de Siena. En 1850, la propiedad pasó a manos de los hermanos Felice y Giovanni Ciacci, de Castelnuovo dell'Abate. Las primeras botellas de Brunello de la Tenuta di Sesta fueron producidas en 1966, por Giuseppe Ciacci, padre del actual propietario Giovanni; en aquella época sólo había 12 embotelladores y es por ello que la Tenuta di Sesta se considera una de las fincas históricas del distrito de Ilcinese.

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