Rattalino Massimo

La bodega Massimo Rattalino se encuentra en una de las colinas más prestigiosas de la zona de Barbaresco. La decisión de dedicar la casi totalidad de la producción -a excepción de algunas parcelas- a esta noble y versátil cepa fue una elección precisa para valorizar mejor la principal variedad de uva del Piamonte. Una elección clara: valorizar el Nebbiolo. Una cepa noble y austera que tiene tanto que contar y que, sólo a través de un gran cuidado, puede expresarse con elegancia y longevidad. El cuidado de los viñedos es preciso, aunque salpicado por la variabilidad de la naturaleza, que permite que las uvas maduren y se vendimien año tras año. Una gestión cuidadosa del viñedo es esencial para superar con éxito los numerosos retos climáticos y llevar a la bodega uvas de gran calidad. Las hileras se labran según el sistema Guyot clásico y la vendimia es manual. Rendimientos controlados para garantizar la calidad de la uva y vendimia seleccionada. Esta es la filosofía de Massimo Rattalino: sólo a partir de una materia prima excelente pueden obtenerse vinos excelentes. El trabajo en la bodega da continuidad a lo que sucede en el viñedo. La fermentación se realiza principalmente en acero, mientras que la crianza en grandes barricas de roble de Eslavonia es nuestra elección para realzar la elegancia de nuestros vinos. Sólo para los vinos Barbaresco y Barolo, más estructurados, la gran barrica se acompaña de un paso por tonneaux que, gracias a una oxigenación lenta, proporciona taninos suaves y agradables.

La bodega Massimo Rattalino se encuentra en una de las colinas más prestigiosas de la zona de Barbaresco. La decisión de dedicar la casi totalidad de la producción -a excepción de algunas parcelas- a esta noble y versátil cepa fue una elección precisa para valorizar mejor la principal variedad de uva del Piamonte. Una elección clara: valorizar el Nebbiolo. Una cepa noble y austera que tiene tanto que contar y que, sólo a través de un gran cuidado, puede expresarse con elegancia y longevidad. El cuidado de los viñedos es preciso, aunque salpicado por la variabilidad de la naturaleza, que permite que las uvas maduren y se vendimien año tras año. Una gestión cuidadosa del viñedo es esencial para superar con éxito los numerosos retos climáticos y llevar a la bodega uvas de gran calidad. Las hileras se labran según el sistema Guyot clásico y la vendimia es manual. Rendimientos controlados para garantizar la calidad de la uva y vendimia seleccionada. Esta es la filosofía de Massimo Rattalino: sólo a partir de una materia prima excelente pueden obtenerse vinos excelentes. El trabajo en la bodega da continuidad a lo que sucede en el viñedo. La fermentación se realiza principalmente en acero, mientras que la crianza en grandes barricas de roble de Eslavonia es nuestra elección para realzar la elegancia de nuestros vinos. Sólo para los vinos Barbaresco y Barolo, más estructurados, la gran barrica se acompaña de un paso por tonneaux que, gracias a una oxigenación lenta, proporciona taninos suaves y agradables.

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