La historia de la bodega se remonta al siglo XIX cuando la familia Ciavolich, procedente de Bulgaria y que se trasladó a los Abruzzos en el siglo XVIII, decide emprender la actividad vitivinícola.
Desde hace algunos años dirige la finca Chiara Ciavolich, quien ha sabido aunar tradición e innovación, brindando personalidad y uno estilo peculiar reflejando la calidad del territorio.
El Pecorino Aries se confirma una vez más el blanco de referencia de la bodega, rozando la excelencia, seguido por otros vinos sumamente importantes que hacen de esta bodega una de las mejores de la región de Abruzzo.