Siempre hemos estado vinculados a todo el territorio friulano. No sólo con las colinas que nos acogen. Friuli es una tierra de frontera. Puesto avanzado de la modernidad. Italiano y centroeuropeo. Una encrucijada de culturas y comercio. Punto de encuentro de pueblos y tradiciones. Muchas identidades, una sola alma. Noble elegancia. La historia de Torre Rosazza está ligada a los Antonini, una familia de la nobleza de Udine, desde el siglo XVII. Ya propietarios de la finca agrícola, los Antonini renovaron la torre medieval y construyeron la casa solariega que desde ese momento fue su hogar en las colinas: Turris Rosacea. Para nosotros, en Torre Rosazza, elaborar vino también significa salirse de lo establecido. Las viñas se cuidan a mano: desde la poda hasta la vendimia. Aquí, ninguna tecnología ha superado todavía al hombre. Utilizamos todas las técnicas de gestión del suelo para que las vides resistan la sequía y las altas temperaturas estivales. Pero es la bodega el centro de la innovación. Aquí ponemos el mismo cuidado maníaco que en el cultivo y la vendimia, para obtener siempre lo mejor de la uva. Nuestras técnicas se desarrollan constantemente, sin olvidar nuestro pasado. Como el batonnage, para dar más estructura a nuestros vinos. Como las prensas de maceración de las uvas enfriadas, para aumentar el contenido aromático del mosto y del vino. O la fermentación controlada y lenta, a baja temperatura, para mantener las características aromáticas de las uvas vendimiadas. De la viña a la botella: así es como toma forma el sistema de producción de Torre Rosazza, un sistema cerrado, moderno y evolutivo, pero siempre en armonía con la naturaleza.