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Información sobre Castilla y León

Región	Castilla y León
País	España
Clima y terreno	El clima de Castilla y León se define como mediterráneo continental, caracterizado por inviernos largos y fríos, con temperaturas medias de entre 4 y 7 °C en enero, y veranos cortos y calurosos (de 19 a 22º de media). No obstante, se conservan los tres o cuatro meses de verano seco, típicos del clima mediterráneo. Las escasas precipitaciones, 450-500 mm anuales, son más intensas en las zonas bajas.
Historia	Con la caída del Imperio Romano, el territorio fue ocupado por tribus visigodas. La posterior llegada de los musulmanes y la "reconquista" tienen mucho que ver con la situación actual de la Península Ibérica. En la zona montañosa de la actual Asturias se formó un pequeño reino cristiano en continua confrontación con los estados musulmanes de la Península Ibérica, apoyándose en la tradición visigodo-romana y en el cristianismo. Poco a poco, el reino cristiano se fue expandiendo hacia el sur, trasladando su capital a León, sancionando así el nacimiento del Reino de León. Para fomentar la repoblación de las tierras arrebatadas a los estados musulmanes, los monarcas concedieron los Fueros. León y Castilla continuaron su expansión hacia el sur, más allá del Duero, en la lucha contra la ocupación islámica. En plena Edad Media, los cantores contaban las grandes historias de los nobles cristianos que luchaban contra el enemigo musulmán. No obstante, reyes cristianos y musulmanes mantuvieron relaciones diplomáticas. Un claro ejemplo fue el Cid Campeador, arquetipo del caballero cristiano medieval, que luchó tanto para los reyes cristianos como para los musulmanes. Tras la Guerra Civil española (1936-1939), las zonas rurales de la actual Castilla y León experimentaron una pérdida de habitantes como consecuencia de la emigración a las grandes ciudades (Madrid, Barcelona, Bilbao, etc.) o al extranjero (Alemania, Francia y Suiza entre otras). El nacimiento de un potente núcleo industrial en Valladolid, gracias a la fábrica de automóviles Renault y al ingeniero Manuel Jiménez Alfaro, impulsó industrialmente la región, frenando el declive demográfico. Sin embargo, la dinámica actual sigue siendo preocupante en el conjunto de la región, ya que la tendencia general sigue siendo próxima a la despoblación, con la excepción de la ciudad de Valladolid.
Productos típicos	Casi todos los viñedos de la región sin salida al mar de Castilla y León se encuentran en el valle del Duero, a altitudes bastante elevadas. Toro y Ribera, zonas de vino tinto de calidad. Los vinos blancos más conocidos de Castilla y León proceden de Rueda, donde la uva verdejo, que se cree importada del sur de España, puede producir vinos refrescantes iguales a los de sauvignon blanc, cuya variedad de uva se plantó aquí más recientemente. El tinto de Rueda suele elaborarse con uvas cavernet y tempranillo, aunque muchos productores reservan variantes con la etiqueta Vino de la Tierra Castilla y León.
Platos típicos	Los asados son uno de los elementos principales de esta cocina regional. Sin embargo, no hay que olvidar otros muchos platos, elaborados con diferentes tipos de productos gastronómicos, que enriquecen la cocina dándole personalidad y que merecen ser conocidos y disfrutados. En Castilla y León, la gastronomía es objeto de culto. Por citar sólo algunos ejemplos, basta con asistir a alguna de las jornadas dedicadas al cordero, al cerdo, a la caza, a las setas, participar en el ancestral ritual del cochinillo o en la Semana Internacional de la Trucha. La gastronomía de la zona también ha sido elogiada abiertamente en obras literarias. Ya en el Cantar de Mío Cid se mencionaban las virtudes culinarias de Castilla y León. En Castilla, el cordero, la liebre, el conejo, la perdiz o el cerdo se cocinan cuidadosamente con migas, truchas o escabechados. Los postres también se preparan con mimo, y algunos son elaboraciones tradicionales de los antiguos monasterios y conventos, cuyos nombres suelen adoptar: lazos de San Guillermo, yemas de Santa Teresa, toscas de la Virgen, bizcochos de San Lorenzo, virutas de San José... que calman el hambre y son una provisión para los peregrinos del Camino de Santiago.