Vistorta-Conte Brandolini D'Adda

ventura" significa "destino" y es una palabra recurrente en la historia de la familia Brandolini. Es la historia de un hombre y de su gran pasión por el lugar que le vio nacer y crecer. Y fue el destino el que llevó a Brandino de adolescente desde París, donde estudiaba sin demasiado entusiasmo, a una experiencia en un kibbutz al oeste de Haifa. El contacto con el trabajo de la tierra le conmovió tanto que cursó estudios de agricultura en la Texas A.& M. University. Terminados los estudios, el regreso a Venecia y a su querida Vistorta vuelve a ser una emoción muy fuerte: un lugar que de patio de recreo de la infancia feliz pasa a ser el hogar de la edad adulta. Pero sigue siendo el destino el que, tras una estancia en las fincas bordelesas de Château Greysac, le hace tomar, junto con el enólogo George Pauli, la decisión de apostarlo todo por la variedad de uva Merlot. Los resultados no se hicieron esperar y, al cabo de unos años, prestigiosos premios confirmaron que el camino emprendido era el correcto: Vistorta no tardó en consolidarse como uno de los grandes vinos italianos.

ventura" significa "destino" y es una palabra recurrente en la historia de la familia Brandolini. Es la historia de un hombre y de su gran pasión por el lugar que le vio nacer y crecer. Y fue el destino el que llevó a Brandino de adolescente desde París, donde estudiaba sin demasiado entusiasmo, a una experiencia en un kibbutz al oeste de Haifa. El contacto con el trabajo de la tierra le conmovió tanto que cursó estudios de agricultura en la Texas A.& M. University. Terminados los estudios, el regreso a Venecia y a su querida Vistorta vuelve a ser una emoción muy fuerte: un lugar que de patio de recreo de la infancia feliz pasa a ser el hogar de la edad adulta. Pero sigue siendo el destino el que, tras una estancia en las fincas bordelesas de Château Greysac, le hace tomar, junto con el enólogo George Pauli, la decisión de apostarlo todo por la variedad de uva Merlot. Los resultados no se hicieron esperar y, al cabo de unos años, prestigiosos premios confirmaron que el camino emprendido era el correcto: Vistorta no tardó en consolidarse como uno de los grandes vinos italianos.

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