Liquoreria Giulio Tartarini

Ditta Tartarini fue fundada en 1755 por Antonio Tartarini, comerciante de licores y destilados en Pieve di Cento. Posteriormente fue continuada por su hijo Guido y, tras más de un siglo de probada experiencia, a finales del siglo XIX se convirtió en una floreciente fábrica de licores, la ''Premiata Liquoreria Giulio Tartarini'', merecidamente galardonada con el Gran Premio y la Medalla de Oro en la Exposición Internacional de Florencia de 1909 por su producto más representativo, el ''Liquore del Reno''.

El éxito de la empresa de la época, que situó a la fábrica de licores entre las mejores del mercado, está ligado a la extraordinaria calidad de los licores y a las refinadas imágenes de rostros femeninos que caracterizan las elegantes etiquetas y todo el material de propaganda histórica. Todas las representaciones y personajes, expresiones típicas del estilo Art Nouveau de la época, son obra del renombrado pintor Remo Fabbri de Pievese. La empresa alcanzó su apogeo en los años de la Belle Epoque hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, cuando se vio desbordada por los dramáticos acontecimientos de la inmediata posguerra, y a partir de entonces, desgraciadamente, dejó de estar presente en el mercado. Más de un siglo después del primer registro de la marca, la empresa ha reabierto su fase productiva y comercial. Stefano Tartarini, bisnieto y heredero, ha creído firmemente en el relanzamiento de la empresa familiar de licores y está reintroduciendo la histórica marca en el mercado, siguiendo al detalle las antiguas recetas manuscritas de su bisabuelo que aún se guardan celosamente.

Ditta Tartarini fue fundada en 1755 por Antonio Tartarini, comerciante de licores y destilados en Pieve di Cento. Posteriormente fue continuada por su hijo Guido y, tras más de un siglo de probada experiencia, a finales del siglo XIX se convirtió en una floreciente fábrica de licores, la ''Premiata Liquoreria Giulio Tartarini'', merecidamente galardonada con el Gran Premio y la Medalla de Oro en la Exposición Internacional de Florencia de 1909 por su producto más representativo, el ''Liquore del Reno''.

El éxito de la empresa de la época, que situó a la fábrica de licores entre las mejores del mercado, está ligado a la extraordinaria calidad de los licores y a las refinadas imágenes de rostros femeninos que caracterizan las elegantes etiquetas y todo el material de propaganda histórica. Todas las representaciones y personajes, expresiones típicas del estilo Art Nouveau de la época, son obra del renombrado pintor Remo Fabbri de Pievese. La empresa alcanzó su apogeo en los años de la Belle Epoque hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, cuando se vio desbordada por los dramáticos acontecimientos de la inmediata posguerra, y a partir de entonces, desgraciadamente, dejó de estar presente en el mercado. Más de un siglo después del primer registro de la marca, la empresa ha reabierto su fase productiva y comercial. Stefano Tartarini, bisnieto y heredero, ha creído firmemente en el relanzamiento de la empresa familiar de licores y está reintroduciendo la histórica marca en el mercado, siguiendo al detalle las antiguas recetas manuscritas de su bisabuelo que aún se guardan celosamente.

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