Cleto Chiarli

En 1850, Cleto Chiarli se trasladó del campo a Módena y, junto con su esposa Lucia y sus cuatro hijos: Adalgisa, Oreste, Anselmo y Aristide, abrió la Osteria dell'Artigliere en el centro histórico de la ciudad. En 1860, Cleto Chiarli cesó su actividad de hostelero para dedicarse exclusivamente a la producción de Lambrusco, que hasta entonces había elaborado para satisfacer las necesidades de la osteria. Este fue un hito que marcaría el camino de la futura generación, pero también una revolución en la venta de Lambrusco. De hecho, ya entonces Chiarli comprendió la importancia de producir Lambrusco en botella y perfeccionó las técnicas básicas de vinificación de este vino tan especial que, sólo en botella, se vuelve espumoso por refermentación natural. La empresa prosperó hasta alcanzar una producción de más de 1 millón de botellas al año, ampliando sus fronteras. Gracias a sus características, el Lambrusco Chiarli triunfa no sólo en el mercado italiano, sino también en América, Argentina, Francia, Inglaterra y Alemania. En 2000, de la antigua e histórica empresa salieron más de 20 millones de botellas de Lambrusco y otros vinos emilianos, el 50% de las cuales se vendieron en el extranjero, en mercados cada vez más competitivos y feroces. Chiarli consigue conquistarlos presentándose con una marca que siempre ha garantizado vinos DOC de excelente calidad.

Sobre la ola de las importantes confirmaciones que llegan de los mercados, en 2002 los propietarios Mauro y Anselmo deciden dar vida a un nuevo y ambicioso proyecto: construir una nueva bodega dotada de las tecnologías más modernas e innovadoras para transformar las uvas producidas por sus explotaciones en vinos de la más alta calidad, y crear un lugar donde se pueda hablar y al mismo tiempo promover la cultura de los vinos Lambrusco, una familia de vides generosas que siempre han formado parte del territorio modenés; se elige la Finca Castelvetro.

Las obras para la construcción de la nueva Cantina son largas, complejas y delicadas para salvaguardar el estilo arquitectónico de los edificios preexistentes y, al mismo tiempo, respetar un proyecto que prevé la instalación de plantas y maquinaria de alta tecnología en la protección del territorio, donde lo antiguo y lo moderno se combinan a la perfección. En 2003 comenzó la producción de la nueva bodega, dedicada a Cleto Chiarli, fundador y progenitor de la histórica bodega de Módena. Las mejores selecciones de uva proceden de los viñedos de la finca y se vinifican, embotellan y firman con la marca Cleto Chiarli.

En 1850, Cleto Chiarli se trasladó del campo a Módena y, junto con su esposa Lucia y sus cuatro hijos: Adalgisa, Oreste, Anselmo y Aristide, abrió la Osteria dell'Artigliere en el centro histórico de la ciudad. En 1860, Cleto Chiarli cesó su actividad de hostelero para dedicarse exclusivamente a la producción de Lambrusco, que hasta entonces había elaborado para satisfacer las necesidades de la osteria. Este fue un hito que marcaría el camino de la futura generación, pero también una revolución en la venta de Lambrusco. De hecho, ya entonces Chiarli comprendió la importancia de producir Lambrusco en botella y perfeccionó las técnicas básicas de vinificación de este vino tan especial que, sólo en botella, se vuelve espumoso por refermentación natural. La empresa prosperó hasta alcanzar una producción de más de 1 millón de botellas al año, ampliando sus fronteras. Gracias a sus características, el Lambrusco Chiarli triunfa no sólo en el mercado italiano, sino también en América, Argentina, Francia, Inglaterra y Alemania. En 2000, de la antigua e histórica empresa salieron más de 20 millones de botellas de Lambrusco y otros vinos emilianos, el 50% de las cuales se vendieron en el extranjero, en mercados cada vez más competitivos y feroces. Chiarli consigue conquistarlos presentándose con una marca que siempre ha garantizado vinos DOC de excelente calidad.

Sobre la ola de las importantes confirmaciones que llegan de los mercados, en 2002 los propietarios Mauro y Anselmo deciden dar vida a un nuevo y ambicioso proyecto: construir una nueva bodega dotada de las tecnologías más modernas e innovadoras para transformar las uvas producidas por sus explotaciones en vinos de la más alta calidad, y crear un lugar donde se pueda hablar y al mismo tiempo promover la cultura de los vinos Lambrusco, una familia de vides generosas que siempre han formado parte del territorio modenés; se elige la Finca Castelvetro.

Las obras para la construcción de la nueva Cantina son largas, complejas y delicadas para salvaguardar el estilo arquitectónico de los edificios preexistentes y, al mismo tiempo, respetar un proyecto que prevé la instalación de plantas y maquinaria de alta tecnología en la protección del territorio, donde lo antiguo y lo moderno se combinan a la perfección. En 2003 comenzó la producción de la nueva bodega, dedicada a Cleto Chiarli, fundador y progenitor de la histórica bodega de Módena. Las mejores selecciones de uva proceden de los viñedos de la finca y se vinifican, embotellan y firman con la marca Cleto Chiarli.

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