Arici Andrea

La historia de Colline della Stella comenzó a finales de los años noventa, cuando Andrea, veinteañero, decidió recuperar unos antiguos viñedos en terrazas, abandonados durante años, en el municipio de Gussago, límite norte de la denominación Franciacorta. Los primeros frutos de un largo y arduo trabajo, realizado con su padre Francesco, vieron la luz en 2002 cuando, a partir de los viñedos en terrazas renovados, se decidió trabajar en el signo de Franciacorta. El terruño en el que están plantadas las vides de Pinot noir y Chardonnay tiene unas características muy especiales: caliza activa perfectamente drenante, capaz de conferir una gran mineralidad y salinidad a los vinos. Fue por respeto al terruño y por una fuerte intuición de Andrea por lo que se tomó la decisión de hacer una elección valiente y sin concesiones: elaborar Franciacorta exclusivamente sin dosificación. Una elección de transparencia que representa la verdadera expresión del terruño; frente a una mineralidad tan punzante e intrigante, se decidió realzar sus cualidades y seguir siendo auténticos, de la tierra a la copa.

La historia de Colline della Stella comenzó a finales de los años noventa, cuando Andrea, veinteañero, decidió recuperar unos antiguos viñedos en terrazas, abandonados durante años, en el municipio de Gussago, límite norte de la denominación Franciacorta. Los primeros frutos de un largo y arduo trabajo, realizado con su padre Francesco, vieron la luz en 2002 cuando, a partir de los viñedos en terrazas renovados, se decidió trabajar en el signo de Franciacorta. El terruño en el que están plantadas las vides de Pinot noir y Chardonnay tiene unas características muy especiales: caliza activa perfectamente drenante, capaz de conferir una gran mineralidad y salinidad a los vinos. Fue por respeto al terruño y por una fuerte intuición de Andrea por lo que se tomó la decisión de hacer una elección valiente y sin concesiones: elaborar Franciacorta exclusivamente sin dosificación. Una elección de transparencia que representa la verdadera expresión del terruño; frente a una mineralidad tan punzante e intrigante, se decidió realzar sus cualidades y seguir siendo auténticos, de la tierra a la copa.

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