Villa Diamante

El encuentro entre Diamante y Antoine, en el caluroso verano de 1976, estaba escrito en el gran libro del destino, él de vacaciones desde Bélgica, ella desde América. Su amor fue repentino, arrollador y les unió una fuerte pasión, el vino, que les llevó a fundar la bodega Villa Diamante en 1996. Desde su primer encuentro, no se han vuelto a separar hasta que la misma vida que tanto nos dio, nos arrebató como un rayo a un padre ejemplar, a un marido cariñoso y a un pilar de fortaleza para nuestra bodega y la enología irpiniana. Y aquí es donde entro yo. Decidí estudiar enología, ensuciarme las manos y las botas y entrar en la viña para continuar el sueño de mi padre con la preciosa ayuda de mi madre Diamante.

El encuentro entre Diamante y Antoine, en el caluroso verano de 1976, estaba escrito en el gran libro del destino, él de vacaciones desde Bélgica, ella desde América. Su amor fue repentino, arrollador y les unió una fuerte pasión, el vino, que les llevó a fundar la bodega Villa Diamante en 1996. Desde su primer encuentro, no se han vuelto a separar hasta que la misma vida que tanto nos dio, nos arrebató como un rayo a un padre ejemplar, a un marido cariñoso y a un pilar de fortaleza para nuestra bodega y la enología irpiniana. Y aquí es donde entro yo. Decidí estudiar enología, ensuciarme las manos y las botas y entrar en la viña para continuar el sueño de mi padre con la preciosa ayuda de mi madre Diamante.

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