Tenute Sa Conca

A su regreso del frente, tras el final de la Gran Guerra en 1919, Loe coronó el sueño de su vida. Plantó, en "Sa Conca" en Berchidda (OT), un pequeño viñedo en la tierra donde había pasado su juventud. Una vida de sacrificios indecibles que los años pasados en los campos de batalla se habían arriesgado a hacer en vano. Aquella tierra, azotada continuamente por el viento y tachonada de roca granítica, resultó ser en pocos años el lugar ideal para el cultivo del Vermentino. Hombre generoso, a Loe le encantaba hacer probar a todos sus amigos aquel vino, pajizo y de aromas afrutados, cuya fama pronto llegó a los pueblos vecinos. Pronto todas las celebraciones más importantes, como bodas o el nacimiento de un hijo, se vieron agraciadas por el Vermentino de Loe. Sus hijos continuaron la producción de este vino sin parangón en las décadas siguientes, sin llegar nunca a establecer una actividad comercial. En aquella tierra ideal para el cultivo de la vid, a finales de los años noventa, la tercera y la cuarta generación de estos auténticos pioneros ampliaron la superficie del viñedo original y comenzaron a producir, con técnicas vanguardistas, un Vermentino entre los más elegantes y refinados que puede ofrecer hoy la tierra de Gallura.