Jean Louis Vergnon

Cinco generaciones y dos siglos constituyen los cimientos sobre los que se asienta la historia de la familia Vergnon. Desde 1950, Jean Louis elabora sus Champagnes en el pueblo Grand Cru de Mesnil-sur-Oger, en las laderas de la Côte de Blancs. Los primeros vinos no vieron la luz hasta 1985, y enseguida llamaron la atención de la famosa guía francesa Hachette des Vins, que premió su primer Extra Brut en 1987. En 1989, Jean Louis falleció y las riendas de la empresa pasaron a manos de su esposa Monique Vergnon-Charlemagne, a la que ahora se unen sus hijos, apoyados en su labor por el enólogo Christophe Costante. La tradición se perpetúa de generación en generación, siguiendo fielmente el saber hacer transmitido de padres a hijos. La producción enológica de Vergnon se basa exclusivamente en la chardonnay, que en Mesnil se caracteriza por su finura y elegancia. Los Champagnes de la Maison tienen un estilo inconfundible, inalterado a lo largo de los años, fruto de un ensamblaje de diferentes parcelas, con uvas procedentes de viñedos de más de 30 años y con diferentes exposiciones. La calidad de los Champagnes de Vergnon comienza ante todo en el viñedo, con un cultivo sostenible y cuidadoso, orientado a la reducción de pesticidas y bajos rendimientos para aumentar la calidad. Las uvas se vendimian en su punto óptimo de maduración para que los vinos sean equilibrados y finos. La vinificación es lo más natural posible, en barrica o en acero, según el tipo de Champagne.

Cinco generaciones y dos siglos constituyen los cimientos sobre los que se asienta la historia de la familia Vergnon. Desde 1950, Jean Louis elabora sus Champagnes en el pueblo Grand Cru de Mesnil-sur-Oger, en las laderas de la Côte de Blancs. Los primeros vinos no vieron la luz hasta 1985, y enseguida llamaron la atención de la famosa guía francesa Hachette des Vins, que premió su primer Extra Brut en 1987. En 1989, Jean Louis falleció y las riendas de la empresa pasaron a manos de su esposa Monique Vergnon-Charlemagne, a la que ahora se unen sus hijos, apoyados en su labor por el enólogo Christophe Costante. La tradición se perpetúa de generación en generación, siguiendo fielmente el saber hacer transmitido de padres a hijos. La producción enológica de Vergnon se basa exclusivamente en la chardonnay, que en Mesnil se caracteriza por su finura y elegancia. Los Champagnes de la Maison tienen un estilo inconfundible, inalterado a lo largo de los años, fruto de un ensamblaje de diferentes parcelas, con uvas procedentes de viñedos de más de 30 años y con diferentes exposiciones. La calidad de los Champagnes de Vergnon comienza ante todo en el viñedo, con un cultivo sostenible y cuidadoso, orientado a la reducción de pesticidas y bajos rendimientos para aumentar la calidad. Las uvas se vendimian en su punto óptimo de maduración para que los vinos sean equilibrados y finos. La vinificación es lo más natural posible, en barrica o en acero, según el tipo de Champagne.

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