Huber-Verdereau

El Domaine Huber-Verdereau fue creado en 1994 por Thiébault Huber, pero su origen se remonta al siglo pasado. De hecho, la actividad vitícola procede de las familias Carré y Verdereau, y fue fuertemente impulsada por Raoul Verdereau, abuelo de Thiébault. Éste dirigió y desarrolló el Domaine de 1928 a 1976, antes de dividir su propiedad entre sus dos hijas. Marie-France Verdereau, que se casó con Huber, heredó así algo menos de 3 hectáreas, que alquiló hasta 1994, ya que ni era viticultora ni vivía en Borgoña. Alsaciano de padre y borgoñón de madre, Thiébault Huber estudió hostelería y cursos de sumillería en Estrasburgo. Trabajó como sumiller en el Moulin de Mougins, en Cannes, antes de volver a los viñedos de su abuelo. Tras graduarse en el Lycée Viticole de Beaune, Thiébault Huber realizó unas prácticas con su primo Jean-Marc Bouley en Volnay, tras lo cual creó el Domaine y elaboró su primera cosecha en 1994. Poco a poco, hizo crecer la propiedad, que hoy cuenta con algo menos de 10 hectáreas, repartidas en 7 pueblos, 32 parcelas y, sobre todo, 22 denominaciones diferentes.