Georg Mosbacher

Los antepasados de la familia Mosbacher han vivido y trabajado como viticultores en Forst durante más de 200 años. En 1921, Richard Mosbacher Snr. (1898-1977) fundó la finca actual junto con sus hermanas y la bautizó con el nombre de su padre Georg: "Weingut Georg Mosbacher Erben" (finca vinícola de los herederos de Georg Mosbacher). La "M" curva que aún hoy decora las etiquetas de nuestros vinos se remonta a estos primeros años. Richard Mosbacher hijo asumió la responsabilidad de las bodegas cuando su padre, Richard -un antinazi declarado- fue nombrado alcalde por los americanos tras el final de la Segunda Guerra Mundial. A lo largo de varias décadas, Richard Mosbacher transformó la finca en lo que es hoy: una finca de gran reputación y prestigio. A partir de 1992, la siguiente generación, Sabine Mosbacher-Düringer y su marido Jürgen, le ayudaron en esta tarea y el tamaño de la finca se amplió hasta sus actuales 20 hectáreas de viñedos cultivados. Entretanto, Sabine y Jürgen dirigen la finca y salvaguardan su reputación como una de las mejores bodegas del Palatinado.

Los antepasados de la familia Mosbacher han vivido y trabajado como viticultores en Forst durante más de 200 años. En 1921, Richard Mosbacher Snr. (1898-1977) fundó la finca actual junto con sus hermanas y la bautizó con el nombre de su padre Georg: "Weingut Georg Mosbacher Erben" (finca vinícola de los herederos de Georg Mosbacher). La "M" curva que aún hoy decora las etiquetas de nuestros vinos se remonta a estos primeros años. Richard Mosbacher hijo asumió la responsabilidad de las bodegas cuando su padre, Richard -un antinazi declarado- fue nombrado alcalde por los americanos tras el final de la Segunda Guerra Mundial. A lo largo de varias décadas, Richard Mosbacher transformó la finca en lo que es hoy: una finca de gran reputación y prestigio. A partir de 1992, la siguiente generación, Sabine Mosbacher-Düringer y su marido Jürgen, le ayudaron en esta tarea y el tamaño de la finca se amplió hasta sus actuales 20 hectáreas de viñedos cultivados. Entretanto, Sabine y Jürgen dirigen la finca y salvaguardan su reputación como una de las mejores bodegas del Palatinado.

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