Domaine des Pothiers

La Côte Roannaise es un viñedo del Valle del Loira, situado en la parte sur del río, cerca de sus fuentes. Está situado sobre colinas que dominan el Loira y forman las laderas del Macizo Central. Nuestro viñedo es reservado, con poco más de 230 hectáreas de viñas plantadas en las mejores laderas de granito, entre 400 y 500 metros de altitud, en el pueblo de Villemontais, al sur de la denominación. La familia Pothier, nuestros antepasados, la explotaron durante siglos. Las viñas ocupaban la mayor parte, algunas vacas se criaban en tierras demasiado húmedas para la vid. En 1916, Blaise Pothier murió en la guerra; la propiedad pasó a manos de su hermana y el marido de ésta, Claude Paire. En 1949, Benoît Paire, su hijo, heredó la propiedad y comenzó a modernizarla (la finca tenía 2 ha de viñedo y vivía principalmente de la agricultura). Su hijo, Georges, tomó el relevo en 1974. Apasionado de la viña, comenzó a plantar de nuevo, ayudado por su esposa Denise. La superficie vitícola aumentó a 5 ha. En 2005, Romain se une a sus padres y retoma la tradición. Las plantaciones continuaron, la bodega se modernizó y la finca se orientó hacia el cultivo ecológico y luego biodinámico. En la actualidad, la finca ha vuelto a dedicarse principalmente a la viticultura (aunque todavía hay algo de ganado limusín) y tiene 21 hectáreas.

La Côte Roannaise es un viñedo del Valle del Loira, situado en la parte sur del río, cerca de sus fuentes. Está situado sobre colinas que dominan el Loira y forman las laderas del Macizo Central. Nuestro viñedo es reservado, con poco más de 230 hectáreas de viñas plantadas en las mejores laderas de granito, entre 400 y 500 metros de altitud, en el pueblo de Villemontais, al sur de la denominación. La familia Pothier, nuestros antepasados, la explotaron durante siglos. Las viñas ocupaban la mayor parte, algunas vacas se criaban en tierras demasiado húmedas para la vid. En 1916, Blaise Pothier murió en la guerra; la propiedad pasó a manos de su hermana y el marido de ésta, Claude Paire. En 1949, Benoît Paire, su hijo, heredó la propiedad y comenzó a modernizarla (la finca tenía 2 ha de viñedo y vivía principalmente de la agricultura). Su hijo, Georges, tomó el relevo en 1974. Apasionado de la viña, comenzó a plantar de nuevo, ayudado por su esposa Denise. La superficie vitícola aumentó a 5 ha. En 2005, Romain se une a sus padres y retoma la tradición. Las plantaciones continuaron, la bodega se modernizó y la finca se orientó hacia el cultivo ecológico y luego biodinámico. En la actualidad, la finca ha vuelto a dedicarse principalmente a la viticultura (aunque todavía hay algo de ganado limusín) y tiene 21 hectáreas.

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