Cocito Ezio

La nuestra es la historia del sueño y la pasión de un padre y su hija por producir grandes vinos, sostenidos por una profunda amistad que nos ayudó a alcanzar este objetivo. Ezio sintió la imperiosa necesidad de volver a conectar con la historia de su familia: los Cocitos tuvieron que dejar de producir vino a causa de la Segunda Guerra Mundial, pero Ezio recuerda claramente los veranos pasados en la bodega de su bisabuelo, construida en el siglo XIX. Uno de los recuerdos más entrañables de Ezio es cuando su padre, Hércules, organizó una recreación del método tradicional de elaboración del vino, pisando la uva descalzo. Ezio tenía unos cinco años, pero aún recuerda la alegría de aquel momento como si fuera ayer. Ezio Cocito: "Tengo dos pasiones en mi vida: los caballos y Barbaresco. Gracias a estas pasiones, Giorgio y yo nos hicimos grandes amigos. Antes de 1993, nuestra familia siempre había plantado Moscato en nuestro viñedo de Neive, pero después de pensarlo mucho y de largas conversaciones con Giorgio, decidimos eliminar el Moscato y probar con el Nebbiolo. Era 1994 y en 2000 nació nuestro primer Baluchin Barbaresco. Siempre he creído que si no puedes hacer algo bien, no deberías hacerlo. No estaba seguro de poder producir una calidad de uva y vino a mi altura, así que decidí centrar todos mis esfuerzos en el Barbaresco. Ésta es también la razón por la que sólo producimos nuestro vino en añadas excepcionales. "

La nuestra es la historia del sueño y la pasión de un padre y su hija por producir grandes vinos, sostenidos por una profunda amistad que nos ayudó a alcanzar este objetivo. Ezio sintió la imperiosa necesidad de volver a conectar con la historia de su familia: los Cocitos tuvieron que dejar de producir vino a causa de la Segunda Guerra Mundial, pero Ezio recuerda claramente los veranos pasados en la bodega de su bisabuelo, construida en el siglo XIX. Uno de los recuerdos más entrañables de Ezio es cuando su padre, Hércules, organizó una recreación del método tradicional de elaboración del vino, pisando la uva descalzo. Ezio tenía unos cinco años, pero aún recuerda la alegría de aquel momento como si fuera ayer. Ezio Cocito: "Tengo dos pasiones en mi vida: los caballos y Barbaresco. Gracias a estas pasiones, Giorgio y yo nos hicimos grandes amigos. Antes de 1993, nuestra familia siempre había plantado Moscato en nuestro viñedo de Neive, pero después de pensarlo mucho y de largas conversaciones con Giorgio, decidimos eliminar el Moscato y probar con el Nebbiolo. Era 1994 y en 2000 nació nuestro primer Baluchin Barbaresco. Siempre he creído que si no puedes hacer algo bien, no deberías hacerlo. No estaba seguro de poder producir una calidad de uva y vino a mi altura, así que decidí centrar todos mis esfuerzos en el Barbaresco. Ésta es también la razón por la que sólo producimos nuestro vino en añadas excepcionales. "

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