Belargus

Primeras horas de la Tierra. El mundo está tomando forma. Rocas afiladas emergen del caos geológico. Los musgos se desarrollan, la vida aparece, pululando: primero moléculas, luego insectos, pájaros, mamíferos. Cientos de millones de años más tarde, en Francia, las montañas del Macizo Armoricano se convierten en colinas. En estas islas terrestres de geografía compleja, entre los ríos Loira y Layón, el hombre cultivó la vid. Nació el vino de Anjou... y a su estela, Belargus. A través de una colección única de grands crus, parcelas únicas y monovarietales, el Domaine Belargus explora Anjou a través de todos sus microclimas, utilizando la Chenin como única herramienta. Cultivados en armonía con la biodiversidad de la naturaleza, los vinos Belargus llevan la singularidad de las parcelas milenarias que les dan origen. Expresan, a través de cada cuvée, un panorama vibrante de Anjou.