Desde la legendaria década de 1840, primera edición de Fonseca Vintage Port, hasta las magníficas añadas declaradas en la última década, la casa ha producido una sucesión de vinos muy aclamados incluso en los momentos más adversos de la historia. James Suckling, en su autorizado libro sobre Vintage Port, lo expresa así: "Fonseca Vintage Port quizá deba considerarse el mejor de todos. No sólo tiene una carnosidad y una potencia notables cuando es joven, sino que conserva esta juventud durante décadas". Esta consistencia no sólo se debe a la continuidad del compromiso familiar, al conocimiento y a la habilidad transmitidos de generación en generación, sino también a un estrecho vínculo con el viñedo. Las tres fincas de Cruzeiro, Panascal y Santo António están en el corazón del carácter distintivo de Fonseca. El respeto de Fonseca por el viñedo y el entorno único del valle del Duero se expresa en el liderazgo de la empresa en el campo de la viticultura sostenible y ecológica. Fue la primera casa en ofrecer un Oporto elaborado íntegramente con uvas de cultivo ecológico.