En la antigüedad, Basilicata estuvo fuertemente influenciada por los griegos, como lo demuestra el sistema de cultivo del matorral, aún muy extendido, y la vid más cultivada, el Aglianico, que identifica absolutamente la enología de esta región. Las zonas más vocacionadas se encuentran en las colinas del Vulture, con suelos volcánicos y densidades de plantación muy elevadas, donde ha encontrado el hábitat ideal para producir jugosos racimos destinados a la elaboración del Aglianico del Vulture, uno de los grandes vinos italianos y único DOCG de la región.
El particular microclima alpino de esta zona, con veranos cortos, inviernos largos y rigurosos y frecuentes heladas, y las viñas internacionales cultivadas a unos 600 m, dan vinos de carácter fuerte y bien estructurado. En 2009, la producción de vino en Basilicata fue de 144.000 hl, pero llama la atención el rendimiento nacional más bajo, de unas 5 t/ha.