Una piedra angular de Franciacorta que sigue cosechando excelentes resultados, demostrando un crecimiento constante y una personalidad única en todas sus etiquetas. Aproximadamente 28 hectáreas de viñedos son el corazón de la finca, cultivados según precisas normas de sostenibilidad que permiten a las uvas madurar según los ritmos de la naturaleza, hasta alcanzar el equilibrio perfecto entre azúcares y ácidos.