Ferruccio Sgubin fundó la empresa en 1960 en Dolegna del Collio, localidad de Mernico. Con la colaboración y el apoyo de su familia, se especializó en el cultivo de la vid. Un objetivo constante le ha sostenido siempre: garantizar el crecimiento cualitativo de los productos. Para hacerlo posible, a lo largo de los años, los esfuerzos se han concentrado en el desarrollo de la empresa, lo que ha dado lugar a una bodega más moderna y a innovadores equipos y métodos de trabajo y mantenimiento. La bodega es un oasis de alegría y serenidad del que parece extraer el propio vino, recompensado. Su sabor da placer a quienes saben apreciar la buena vida y los gestos genuinos de la vida. De la ladera, sobre suelos margosos, donde se encuentra la mayor parte de los viñedos, se genera la esencia del producto. La vista, de una belleza impresionante, y el aire fresco, contribuyen a dar una sabia armonía a este vino y al espíritu de quienes lo saborean. La bodega ha sabido combinar el respeto por el medio ambiente y una astuta gestión económica con la introducción de un innovador sistema de calefacción general. Este sistema se alimenta mediante la utilización de residuos procedentes de la transformación de la vid y del campo circundante.