El eje Italia-Francia forma parte de la historia de los Gillardi: Giovanni Battista emigró del Piamonte a la Provenza a finales de la década de 1890. Aquí inició un comercio de vinos, pero su gran apego a su tierra natal le llevó de vuelta a las Langhe, donde comenzó a producir uvas dolcetto. El punto de inflexión llegó en 1923 con la compra de Cascina Corsaletto. Aquí, su hijo Giacomo continuó su labor en un territorio mágico en cuanto a suelo, exposición y posición. No fue hasta 1980 cuando Giovanni Battista, hijo de Giacomo, junto con el joven Giacolino, enólogo de la escuela de Alba, iniciaron la producción en botella. Nuestro modus operandi siempre se ha basado en el respeto por el medio ambiente circundante: gestión ecológica de los viñedos, con abonos verdes estacionales, fertilizantes naturales, escarda exclusivamente mecánica y uso mínimo de cobre y derivados, para un respeto absoluto de la biodiversidad.
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