Feudo Disisa

El nombre de Disisa deriva probablemente de la palabra árabe "Aziz", "el espléndido". Ya en el siglo XIII, cuando Sicilia era tierra de conquista, los emires venidos del desierto encontraron en estos valles el Paraíso de la Tierra. Cantaron la belleza de la campiña más fértil de la Conca d'Oro, por su agua y su sombra, por los perfumes de las hierbas, por las fuentes y las palmeras, por las tierras cultivadas. Más tarde, en época normanda, Guillermo II donó al arzobispo de Monreale la masía que allí se había construido. Una antigua escritura bilingüe -transcrita en árabe y latín- atestigua que, a partir de 1182, la masseria Disisa fue posesión de la diócesis de Monreale. El arzobispado la cedió entonces en enfiteusis a una familia de la aristocracia palermitana, estableciendo estrictamente las normas de conducción y autorizando el cultivo de la vid (que estaba expresamente prohibido en otras fincas de la zona).

Con la abolición de los privilegios feudales, que puso fin al ejercicio de poderes temporales por parte del arzobispado, el feudo de Disisa fue adquirido por el arcipreste Nicolò Di Lorenzo y desde entonces su historia ha estado estrechamente ligada a la familia Di Lorenzo. La fertilidad de estas tierras, conocida desde la antigüedad, ha alimentado también la imaginación popular, magnificando su productividad y dando lugar a una leyenda sobre la existencia de un tesoro conocido comúnmente como "Lu Bancu di Disisa". Dos grandes estudiosos sicilianos de las tradiciones populares, Salvatore Salomone Marino y Giuseppe Pitrè, hacen mención de esta leyenda en sus obras. Decanter 2022 otorgó: - Granmassenti Monreale DOC 2018: Medalla de Oro (96 puntos) - Lu Bancu Sicilia DOC 2020: Medalla de Plata

El nombre de Disisa deriva probablemente de la palabra árabe "Aziz", "el espléndido". Ya en el siglo XIII, cuando Sicilia era tierra de conquista, los emires venidos del desierto encontraron en estos valles el Paraíso de la Tierra. Cantaron la belleza de la campiña más fértil de la Conca d'Oro, por su agua y su sombra, por los perfumes de las hierbas, por las fuentes y las palmeras, por las tierras cultivadas. Más tarde, en época normanda, Guillermo II donó al arzobispo de Monreale la masía que allí se había construido. Una antigua escritura bilingüe -transcrita en árabe y latín- atestigua que, a partir de 1182, la masseria Disisa fue posesión de la diócesis de Monreale. El arzobispado la cedió entonces en enfiteusis a una familia de la aristocracia palermitana, estableciendo estrictamente las normas de conducción y autorizando el cultivo de la vid (que estaba expresamente prohibido en otras fincas de la zona).

Con la abolición de los privilegios feudales, que puso fin al ejercicio de poderes temporales por parte del arzobispado, el feudo de Disisa fue adquirido por el arcipreste Nicolò Di Lorenzo y desde entonces su historia ha estado estrechamente ligada a la familia Di Lorenzo. La fertilidad de estas tierras, conocida desde la antigüedad, ha alimentado también la imaginación popular, magnificando su productividad y dando lugar a una leyenda sobre la existencia de un tesoro conocido comúnmente como "Lu Bancu di Disisa". Dos grandes estudiosos sicilianos de las tradiciones populares, Salvatore Salomone Marino y Giuseppe Pitrè, hacen mención de esta leyenda en sus obras. Decanter 2022 otorgó: - Granmassenti Monreale DOC 2018: Medalla de Oro (96 puntos) - Lu Bancu Sicilia DOC 2020: Medalla de Plata

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