Camparo

No somos una empresa. Somos una familia.Todo empezó en el fresco verano de 1980, cuando Mauro decidió elaborar vino con las uvas de los pocos viñedos de los alrededores de la bodega, que le había dejado su padre. En 1995 di un importante paso adelante con la adquisición de un viñedo de Nebbiolo da Barolo en el municipio de Grinzane Cavour. Y sólo 5 años después pasamos a formar parte de una familia aún más grande y especial: la de la certificación ecológica.

Gracias al sudor de esos años, pude dar un mayor valor a lo que mi padre había construido pero que ya era cosa del pasado: eliminar por completo los tratamientos nocivos para el planeta y para nuestra salud. Hoy, entre las viñas crecen hermosas flores de colores y no faltan insectos polinizadores. Es cierto que son sólo 8 hectáreas de terreno, pero sólo cuando estoy dentro de ese pequeño trozo de universo me siento realmente en casa. Lo que la naturaleza me da cada día de mi vida. A mí y a toda mi familia. (Mauro Drocco)

No somos una empresa. Somos una familia.Todo empezó en el fresco verano de 1980, cuando Mauro decidió elaborar vino con las uvas de los pocos viñedos de los alrededores de la bodega, que le había dejado su padre. En 1995 di un importante paso adelante con la adquisición de un viñedo de Nebbiolo da Barolo en el municipio de Grinzane Cavour. Y sólo 5 años después pasamos a formar parte de una familia aún más grande y especial: la de la certificación ecológica.

Gracias al sudor de esos años, pude dar un mayor valor a lo que mi padre había construido pero que ya era cosa del pasado: eliminar por completo los tratamientos nocivos para el planeta y para nuestra salud. Hoy, entre las viñas crecen hermosas flores de colores y no faltan insectos polinizadores. Es cierto que son sólo 8 hectáreas de terreno, pero sólo cuando estoy dentro de ese pequeño trozo de universo me siento realmente en casa. Lo que la naturaleza me da cada día de mi vida. A mí y a toda mi familia. (Mauro Drocco)

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