Los vinos de la finca Castellaro nacen del amor por un territorio único y del deseo de recuperarlo para dar vida a un proyecto hecho de tierra, viñas y personas, en una síntesis extrema de pureza. La tradición milenaria del cultivo en vaso impone al viñedo un trabajo manual casi total, que requiere dedicación, pasión y experiencia, fuerza y generosidad. Éstas son las características que el equipo de Tenuta di Castellaro transmite a nuestros vinos. Tenuta di Castellaro cobró vida a partir de un paseo matinal por la Piana di Castellaro en el verano de 2005, del que nació un ambicioso proyecto que aún hoy sigue evolucionando. Massimo Lentsch y Stefania Frattolillo, empresarios de Bérgamo, se guiaron por su amor a la maravillosa isla de Lipari para crear una verdadera obra de arte. La bodega Tenuta di Castellaro es una expresión pura del territorio volcánico de las Islas Eolias, lugares mágicos e incontaminados que han abrazado un sueño y lo han transformado en una realidad única. La bodega de 2000 m² construida en la isla de Lipari es, de hecho, un monumento dedicado al paisaje, el arte, la arquitectura y la tecnología, con pleno respeto por la naturaleza, el hombre y la tradición.