Cuando las uvas abandonan las hileras, llega la hora del trabajo en la bodega para Carlo y sus hermanos Ornello y Angelo. Los tres hermanos cuentan con la ayuda de un equipo formado por toda la familia, hijos y nietos: Milena, Nicola y Alessia. Sólo cuando llega la época de la vendimia se les unen colaboradores externos. La bodega Ferragù es una estructura que divide y une, en una feliz y evocadora combinación, la tradición -con herramientas y utensilios de antaño, todo ello alojado en una antigua estructura de origen románico con gruesos muros de piedra de bóveda baja- y la tecnología, gracias a la maquinaria más moderna. Tradición y modernidad. Lo antiguo y lo moderno. Huellas del pasado mezclándose, dosificándose de forma superfina, para recrear lo más perfecto en un color rojo rubí intenso e impenetrable, en un perfume sublime y travieso, en un sabor pleno y persistente. Arriba, en la bodega Ferragù, primero se estrujan las uvas, se despalillan. A continuación, el mosto se transfiere al fermentador. Tras unas treinta y cinco horas de maceración "en frío" y a temperatura controlada, comienza la fermentación, que dura unos diez días. Durante este periodo, se controla estrictamente la temperatura de las uvas mientras fermentan lentamente. Esta etapa permite extraer directamente de los hollejos las sustancias colorantes, los taninos y todos los componentes aromáticos. Los fermentadores y depósitos son de acero.