Con las manos teñidas de la tierra roja de Montello, la familia Pozzobon creó Case Paolin. Emilio, el fundador, hijo de agricultor, compró a principios de los años setenta la finca donde su padre y su abuelo, antes que él, habían trabajado como aparceros. Tras abandonar los gusanos de seda, se dedicó por completo al viñedo y transmitió esta pasión a sus tres hijos: Diego, Adelino y Mirco. Veinte años después, los hijos se han convertido en hombres, dispuestos a tomar las riendas de la empresa, transformarla y llevarla al nuevo siglo. En 2013 nació un nuevo pequeño Emilio, el primer nieto.