La bodega Tenuta Rocca di Fabbri se fundó en 1984 por iniciativa de Pietro Vitali, que durante su larga experiencia en el mundo de las antigüedades había captado la profunda conexión existente entre la belleza artística, la armonía del paisaje y las tradiciones enogastronómicas de la zona. Identificó la zona de Montefalco como la antigua cuna del cultivo de la vid y la elaboración del vino, prácticas introducidas por los benedictinos franceses pero que se perdieron después de mediados del siglo XVI. Fue aquí donde quiso replantar vides con métodos de cultivo especiales, para producir vinos que tuvieran la fragancia de los perfumes de esta tierra y la elegancia de los cuadros de Gozzoli. La gestión de los viñedos y la bodega se confía ahora a las hermanas Roberta y Simona Vitali, que han crecido en la empresa familiar, conservando la sabiduría y el gusto de sus predecesores, con sensibilidad y elegancia hasta el producto acabado. La finca abarca unas 60 hectáreas enteramente plantadas de viñedos, con renovaciones ya casi concluidas. La producción se caracteriza por el DOCG Montefalco Sagrantino, en las versiones seco y passito, el DOC Montefalco Rosso, Montefalco Rosso Riserva y Grechetto, y en la zona IGT, el Faroaldo (50% Sagrantino 50% Cabernet Sauvignon) y un Chardonnay puro. La producción anual es de unas 150.000 botellas.