La finca Drei Donà se alza sobre las antiguas colinas de Romaña, entre las ciudades de Forlì, Castrocaro y Predappio, en una posición estratégica en la desembocadura de los valles de los ríos Rabbi y Montone, alrededor de una de las torres de vigilancia que Caterina Sforza colocó en 1481 para defender sus territorios.La finca ha pertenecido a los condes Drei Donà desde principios de siglo, y siempre se ha dedicado a la producción de uva Sangiovese. Con la llegada del actual propietario, Claudio Drei Donà, que abandonó el ejercicio de la abogacía para dedicarse a tiempo completo a la finca, y luego también de su hijo Enrico, se inició una radical labor de cambio, dando un giro decisivo a las hectáreas de la finca.
De las 30 hectáreas de viñedo, la mayor parte se dedican naturalmente al Sangiovese di Romagna, cuyas cepas viejas fueron objeto de un proceso especial de estudio y selección que condujo a su restauración mediante la replantación de la selección masal de Palazza.
La filosofía que anima la bodega es de un rigor extremo: los vinos que aquí se producen son el resultado del severo trabajo primero en el viñedo y luego en la bodega, la expresión más pura de nuestro terruño de Massa di Vecchiazzano, en las colinas de la Romaña central. Mención aparte merecen los nombres particulares de los vinos: todos han sido bautizados con los nombres de los caballos de la pequeña yeguada familiar.