Desde Parma, donde participaban en el gobierno del Ducado, la familia Cesarini Sforza se trasladó hace dos siglos al entonces Principado Episcopal de Trento, cuando un miembro de la familia asumió como Podestà el liderazgo de la ciudad. En aquella época, las familias nobles como la familia Cesarini Sforza recibían el título de meritorias, y era natural que en una economía puramente agrícola como la de Trento, contaran con viñedos de gran valor, de los que obtener vinos igualmente preciados.
Retomando esta antigua herencia, un grupo de cualificados empresarios del sector vitivinícola trentino fundó en 1974 la Azienda Spumantistica Cesarini Sforza, con el objetivo de producir vinos espumosos de gran calidad que se hicieran un nombre no sólo entre los consumidores de Trentino, sino también en el panorama nacional. En pocos años, Cesarini Sforza ha sabido encontrar su posición precisa en el mercado nacional e internacional de los vinos espumosos, con productos de absoluto prestigio.
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