Dirigido en la actualidad por Catherine Buisson y su marido Patrick Essa, el modesto Domaine Buisson-Charles -6,3 hectáreas- lleva varias generaciones cultivando parcelas en el finage de Meursault, que complementa con cosechas de Volnay y Pommard para sus tintos, así como Chassagne-Montrachet, Puligny-Montrachet, Chablis Premier Pru y Grand Cru y Corton-Charlemagne.
La bodega cultiva Meursault y Meursault Premiers Crus en suelos con climas muy diferentes, lo que permite elaborar una compleja mezcla de cuvées, "vieilles-vignes" de Meursault y aislar añadas particulares como Tessons en village y Charmes, Cras, Bouches-Chères y Goutte d'Or en premiers crus. Las viñas muy viejas -de entre 30 y 90 años- son naturalmente poco productivas y permiten obtener vinos muy concentrados destinados a una larga crianza tras la vinificación y el envejecimiento. Una elección asumida que fija la producción de la bodega a largo plazo.