Desde 1930, cuando el abuelo Daniele compró el grueso de la empresa, ha pasado el tiempo, sembrando las semillas de una nueva generación dispuesta a consolidar sus raíces. Se cruza el umbral del tiempo, se injertan nuevas energías y nuevas perspectivas en el legado del pasado, y comienza una nueva era Venica & Venica. No es sólo una metáfora, sino el emblema de un concepto que comienza y se desarrolla en torno a la identidad, en torno a los orígenes de viticultores con corazón, y se convierte en testimonio tangible a través de la antigua puerta de la "casa" [Puerta de Daniele], magistralmente restaurada, y a la que Ornella Venica está íntimamente ligada por el profundo significado que encierra en su interior. Símbolo, de un nuevo camino, frontera entre dos mundos, bisagra entre dos realidades que dialogan, abre el mañana y cierra o más bien entreabre el pasado a nuestras espaldas, dejando filtrar su mágica esencia.