La Azienda La Valle®, propiedad de la familia Pezzola, está situada en Rodengo Saiano, en el corazón de Franciacorta, en una hermosa zona de colinas, especialmente apta para la viticultura, cerca de la famosa Abadía Olivetana del siglo XI y a pocos kilómetros del lago de Iseo y de Brescia, en Lombardía. Debe su nombre al terreno principal de la empresa, llamado La Valle®, adquirido por los antepasados allá por 1890, como atestigua un acta notarial de la época, y cultivado siempre con vides.
En 1990, Eugenio y Giulia Pezzola crearon la Azienda La Valle®, para la producción exclusiva de las prestigiosas burbujas de Franciacorta, y la dedicaron a su padre Giovanni y a su tío Innocenzo, especialmente apegados a estos parajes.
Los viñedos históricos de la empresa, cultivados con esmero, como La Valle®, "Roccolo", "Bredina" y "Tesa", gozan de una exposición y un microclima extraordinarios y únicos y producen uvas especiales de cepas nobles: Chardonnay, Pinot Blanc y Pinot Noir; uvas ricas en aromas, perfumes y sabores. En 1993 salieron al mercado las primeras 3.000 botellas de Millesimato, algunas de las cuales aún se conservan celosamente. En los años siguientes, la colaboración de los hijos, el amor por la tierra y sus uvas, y el asesoramiento de prestigiosos enólogos, entre ellos Jeanne Pierre Valade, hicieron de La Valle® una conocida y consolidada marca de Franciacorta de calidad y de nicho. Los nombres latinos que se dan a los vinos, como "Primum", "Naturalis", "Regium", "Zerum", son originales, casi como para evocar tiempos lejanos en los que el vino era el protagonista de auténticas fiestas. A la histórica, antigua y evocadora bodega, dentro de la característica masía familiar del siglo XV, lugar de silencio, paz y tranquilidad, donde reposan y maduran los preciados vinos Millesimati y las exclusivas Reservas, y ahora también destinada a la hospitalidad, las visitas guiadas, las catas y los eventos del mundo del vino, La Valle® añadió en 2010 una nueva bodega, modelo de innovación y tecnología, dedicada principalmente a la producción y la vinificación. Poesía y tecnología se funden así en dos ambientes profundamente diferentes, donde pasado y futuro se encuentran, casi mostrando, el uno al otro, su indiscutible y absoluta fascinación por crear una obra de arte. El Valle, un mundo por descubrir, envolvente y encantador, que ofrece sensaciones únicas e inolvidables.
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