Carlo Viglione

El fondo es el paisaje de las Langhe, en Piamonte, más concretamente el de Monforte d'Alba, en la aldea de Bussia. En primer plano, Giulio Viglione, figura representativa del viticultor típico de la zona. De padres también viticultores, Giulio creció entre hileras de viñas y aprendió de su cuidado y dedicación. La empresa fue fundada en 1915, poco después del inicio de la Primera Guerra Mundial, por su abuelo Giuseppe, que inicialmente cultivaba uvas para la venta. Más tarde, en 1964, empezaron a elaborar vino para obtener su propia producción. Hoy son Giulio y su esposa Bernard Rosa Maria quienes dirigen la empresa: desde el viñedo hasta el embotellado, todo se hace de forma familiar y tradicional. Siempre han cultivado casi 4 hectáreas de viñedo con el máximo respeto por la naturaleza. En el viñedo, de hecho, no se realiza ninguna intervención química, salvo algunos tratamientos con azufre y cobre, sólo la vendimia manual y la fermentación activada gracias a las levaduras presentes en la vid, para terminar todo el proceso en grandes barricas de roble.

El fondo es el paisaje de las Langhe, en Piamonte, más concretamente el de Monforte d'Alba, en la aldea de Bussia. En primer plano, Giulio Viglione, figura representativa del viticultor típico de la zona. De padres también viticultores, Giulio creció entre hileras de viñas y aprendió de su cuidado y dedicación. La empresa fue fundada en 1915, poco después del inicio de la Primera Guerra Mundial, por su abuelo Giuseppe, que inicialmente cultivaba uvas para la venta. Más tarde, en 1964, empezaron a elaborar vino para obtener su propia producción. Hoy son Giulio y su esposa Bernard Rosa Maria quienes dirigen la empresa: desde el viñedo hasta el embotellado, todo se hace de forma familiar y tradicional. Siempre han cultivado casi 4 hectáreas de viñedo con el máximo respeto por la naturaleza. En el viñedo, de hecho, no se realiza ninguna intervención química, salvo algunos tratamientos con azufre y cobre, sólo la vendimia manual y la fermentación activada gracias a las levaduras presentes en la vid, para terminar todo el proceso en grandes barricas de roble.

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