Ya en 1068, los monjes agustinos primero, y más tarde los benedictinos y dominicos, comprendieron la esencia generosa de las colinas que rodeaban la Abadía e introdujeron el cultivo de la vid y el olivo. En 1967, Giovanbattista Adami compró una pequeña explotación en Rosazzo; con pasión por la tierra y respeto por la tradición, sentó las bases del actual Ronco delle Betulle.
A partir de los años 90, la empresa fue racionalizada, evolucionada y ampliada por su hija Ivana de manera consciente y coherente, entre gestos antiguos y elaboraciones modernas, experimentación y respeto por el pasado. Hoy, junto a Ivana, trabaja también su hijo Simone: Ronco delle Betulle puede así continuar su camino de innovación respetando lo que el pasado le ha transmitido.