La Bodega Isimbarda debe su nombre a la antigua familia de los marqueses Isimbardi: patricios lombardos que se convirtieron en señores feudales del "tenimento" de Santa Giuletta a finales del siglo XVII. Sobre todo, Don Luigi Isimbardi, que en el siglo XIX amaba la finca Isimbarda tanto como su majestuoso palacio de Milán, fue un excelente viticultor y un precursor de las técnicas modernas de producción. El paso de las décadas no ha afectado a la vocación de la finca Isimbarda; la renovación de los viñedos respetando el paisaje y la construcción de la bodega la han convertido en una finca dinámica y moderna que, sin embargo, no ha olvidado sus orígenes. Adquirida en 2019 por tres socios que llevan mucho tiempo trabajando en el sector vitivinícola, Isimbarda se distingue por el espíritu emprendedor joven, activo y enérgico de quienes están dispuestos a asumir y afrontar nuevos retos sin dejar de ser fieles a su alma ancestral.