La familia Bouzereau cultiva la vid en Meursault desde hace siete generaciones. Con el paso de los años y gracias a su trabajo, Michel amplió el viñedo que había heredado de su padre. Jean-Baptiste, su hijo, se unió a él en la finca veinte años más tarde: aprendió el oficio a su lado durante diez años y juntos adquirieron varias parcelas de prestigio. En 1999, Michel dejó a Jean-Baptiste para gestionar con la misma pasión la finca familiar de 10,5 hectáreas. En 2008, todavía ansioso por mejorar la calidad de sus vinos, decidió construir una nueva estructura y, desde la cosecha 2009, toda la finca se encuentra en el número 5 de la rue Robert Thénard, siempre en el centro del pueblo de Meursault.