La familia Moser representa sin duda la historia y la tradición del vino en Austria. Ya en 1848, Anton Moser fundó su Weingut en Rohrendorf, un pueblecito agrícola a setenta kilómetros de Viena, y desde entonces la bodega ha seguido perteneciendo a la misma familia. Hoy la dirige la emprendedora Niki Moser, que gestiona unas 50 hectáreas de viñedo bajo gestión biodinámica certificada, repartidas entre Rohrendorf, dedicada a los vinos blancos, y Apetlon, más apta para tintos y Muskat Ottonel. Los Grüner Veltliner y Riesling, especialidades de Niki Moser, son vinos minerales, persuasivos y elegantes, pero al mismo tiempo tan brillantes y puros como un frío día soleado en pleno invierno. Proceden de uvas cultivadas en terrazas a orillas del Danubio. Las viñas son acariciadas durante el día por las brisas cálidas que suben del río y, durante la noche, por el aire decididamente fresco que baja del norte a lo largo del valle de Krems. Estos constantes cambios de aire aportan frescura y longevidad a estas perlas de vino cuidadosamente elaboradas.