Desde hace muchos años, el Domaine Jean-François Quénard practica una agricultura sostenible para trabajar las viñas. Paralelamente, realiza ensayos de agricultura ecológica en una gran parte de la bodega y participa oficialmente en un proceso de conversión AB desde agosto de 2018. El cultivo de la vid tiene una dimensión espiritual. Aprendemos humildad. Tenemos que estar agradecidos a la naturaleza porque dependemos de ella. Hay que jugar con los distintos elementos del suelo, la vid y el clima para conseguir mejores resultados. Simplemente estamos de paso en el tiempo, pero el terroir se transmite de generación en generación. Cada parcela se vinifica por separado para obtener el máximo beneficio de un terroir respetado con métodos de cultivo bien pensados y una vinificación innovadora.