Los orígenes de la Casa Vinicola Garofoli se remontan a finales del siglo XIX, cuando Antonio Garofoli, en 1871, ya producía y vendía vinos locales. Su hijo Gioacchino continuó y desarrolló el negocio de su padre y fundó la empresa Gioacchino Garofoli en 1901. Sus dos hijos, Franco y Dante, le sucedieron al frente de la empresa tras la Segunda Guerra Mundial. Gioacchino Garofoli se convirtió entonces en sociedad en 1950 e inició un proceso de fuerte desarrollo. Siguiendo la tradición, sus hijos Franco, Carlo y Gianfranco se incorporaron también a la empresa familiar a principios de los años 70. Trabajaron junto a la generación anterior durante más de veinte años, impulsando el desarrollo de la bodega tanto desde el punto de vista productivo como comercial. Actualmente, Gioacchino Garofoli es una sociedad anónima dirigida por los hermanos Carlo y Gianfranco Garofoli. En septiembre de 2005 se incorporó a la empresa la quinta generación Garofoli: la hija de Carlo, Beatrice, y los hijos de Gianfranco, Caterina y Gianluca.