Damilano es una de las bodegas históricas de Barolo con una tradición centenaria. De hecho, la actividad de la familia Damilano se remonta a 1890, cuando Giuseppe Borgogno, bisabuelo de los actuales propietarios, comenzó a cultivar y vinificar las uvas que poseía en el municipio de Barolo -la localidad de las Langhe que dio nombre al vino homónimo-, una tierra hermosa y generosa que durante siglos ha demostrado su vocación de producir "el rey de los vinos". Sin embargo, fue con la siguiente generación, con Giacomo Damilano, yerno del fundador, cuando la bodega adoptó su nombre actual. Fue él quien impulsó el cuidado de los viñedos e introdujo constantes mejoras en la calidad de la vinificación hasta convertirla en una "joya" que transmitir con orgullo a sus nietos, al frente de la empresa desde 1997. Guido, Mario y Paolo Damilano han sabido dar nuevo vigor e impulso a la empresa familiar, potenciando especialmente la variedad principal de las Langhe, el Nebbiolo, y los viñedos más adecuados, en primer lugar Cannubi.